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Descubrir a Korczak

Un descubrimiento siempre va precedido de un destello de luz en algún momento de la vida, pero para detenerte en algo que te llama la atención y adentrate en su resplandor necesitas que llegue el momento preciso, hasta que por fin llega y no sabes muy bien por qué. De manera que vuelves a quedar prendado por ese destello inicial e inicias un camino que no tiene vuelta atrás.

Eso me sucedió con Korczak, que captó mi atención en diferentes momentos de mi vida, más allá de frases lapidarias descontextualizadas, más allá del mero sentimentalismo, de la mera leyenda o del oportunismo de lo políticamente correcto.

Es por ello que no es objetivo mío en esta brevísima reflexión despachar toda su aportación intelectual y vital pero sí provocar esos destellos capaces de atraparte en la oscuridad de un mundo que sigue en guerra, también en guerra contra la infancia.

Janusz Korczak es el pseudónimo con el que Henryk Goldszmit se presenta a un concurso literario en 1899 con 20 años y gana el premio con la obra titulada ‘¿A dónde lleva el camino?’ Con el tiempo se convertirá en un reconocido escritor polaco, especialmente en la literatura infantil y juvenil, pero también escribe ensayos, novelas y teatro.

Nace en Varsovia en una familia judía en 1878. En 1898 inicia sus estudios de medicina y simultáneamente da clases particulares a niños en un barrio pobre de Varsovia.

Propugnó incansablemente el amor a los niños, sin romanticismo ni sentimentalismos, sin exigir compasión. Korczak hablaba de la importancia de descubrir ‘perlas de sufrimiento’ en el niño y exigir cambios en sus condiciones de vida. “Todas las lágrimas son saladas. El que entiende eso podrá educar a los niños, el que no lo comprende jamás será un buen maestro”. Vivió la educación como una búsqueda incansable, porque no existe el educador perfecto que no comete errores. Sólo aquellos capaces de aprender de sus equivocaciones tienen la posibilidad de encontrar el camino a seguir. El compromiso a fondo perdido y sin gratificaciones económicas maduró su vocación. 

Me dispongo a apuntar en esta ocasión tres aspectos que considero significativos para comprender la aportación de Korczak: en un primer momento hablaremos de sus orfanatos, posteriormente veremos su relación con el mundo de la radio y en tercer lugar la decisión final de su vida.

Los orfanatos

1911 es un año decisivo para este médico, pedagogo y escritor. Es el año en que asume la dirección del orfanato judío ‘Dom Sierot’ (Hogar de huérfanos) junto a su colaboradora Stetanfia Wilczyńska. Para llevar a cabo esta experiencia abandona su trabajo como pediatra en el hospital y a partir de ese momento dedica su vida a los niños. Una tarea que compagina con la publicación de libros y clases de pedagogía en la Universidad de Varsovia.

Entre el 1914/18 es llamado a filas para incorporarse a la I Guerra Mundial, ya había estado anteriormente en la guerra rusa japonesa entre el 1904/5. Tiempos que aprovecha para escribir cuando se lo permiten las circunstancias. En 1919 se inaugura un segundo orfanato para niños polacos con el nombre ‘Nasz Dom’ (Nuestra casa). Al frente del mismo estaba una de sus más estrechas colaboradoras María Falska.

Ambos orfanatos funcionan con los mismos principios organizativos y pedagógicos bajo la responsabilidad de Janusz Korczak. Según el cual la educación debe responder a un pensamiento pedagógico y social, velar por el bienestar tanto personal como colectivo, educar simultáneamente los hábitos sociales como la fuerza moral, cuidar la importancia del trabajo individual y de grupo.

Se trata de una experiencia educativa totalmente novedosa en aquellos momentos. No es una iniciativa filantrópica, ni una tarea asistencial a huérfanos pobres. Es la concreción de una pedagogía autogestionaria en la que el respeto y amor a los niños constituye el eje central. Concibe la teoría y la práctica entrelazada como una unidad partiendo de la vida, se trata de un intento único en Polonia.

Podemos considerar a Korczak como precursor de la casa escuela, de la educación a tiempo completo con un absoluto protagonismo de los niños. Éstos eran responsables del orden y la limpieza en la casa, ayudaban en la cocina, comedor, biblioteca, apoyaban en el estudio a los que lo necesitaban y cuidaban a los compañeros enfermos, colaboraban en la lavandería, librería y carpintería.

En una entrevista que me concedió Adolf Hampel en 2017, cofundador de la primera asociación alemana Korczak en 1977, cuenta que cuando se le preguntó a Korzcak en una ocasión a qué se dedicaría después de la guerra comentó: ‘abrir un orfanato para niños alemanes’. Esta afirmación refleja bien su pensamiento, su compromiso con los niños más necesitados, no conocía fronteras o nacionalidades. Soñaba con construir puentes y contribuir a un mundo en paz.

La radio

Korzcak era una persona seria, reservada y con un refinado sentido del humor, pero sobre todo era un gran comunicador, prueba de ello fue el éxito de audiencia que tuvo como locutor de radio durante varios años.

Comenzó a colaborar en la radio en 1930 con motivo de la ‘Semana del niño’ que se instaura en Polonia. Korczak escribe unos textos para que sean retransmitidos en un diálogo radiofónico titulado ‘En el orfanato’. Es el 18 de diciembre de 1934 cuando se inicia como locutor. Será la primera vez que habla ante el micrófono para dirigirse tanto a niños como a adultos.

Reina ya en Polonia un ambiente antisemita creciente que envolvía y lo impregnaba todo, también la radio y está prohibido desvelar su identidad. Debe ocultar su nombre tanto el de pila o su pseudónimo. Nadie debe saber que se trata del famoso escritor y pedagogo. Esta es la razón por la que el programa se llamaba ‘Charlas radiofónicas con el viejo doctor’ camuflando así quién es. Este programa se emitió regularmente hasta el 27 de febrero de 1936.

Por lo tanto Korczak es también un gran impulsor de la divulgación pedagógica en los medios de comunicación. Así mismo inicia una interesante e innovadora experiencia con gran repercusión en la prensa poniendo en marcha un periódico de niños para niños.

La decisión final

En 1940 se ordena el traslado del orfanato ‘Dom Sierot’ al gueto de Varsovia que se convirtió en el mayor establecido en Europa por la Alemania nazi durante el Holocausto. A principios de agosto de 1942, llega la orden de deportación; los 200 niños y los responsables, con Korczak a la cabeza. Se dirigen al tren que los llevará irremediablemente al campo de exterminio de Treblinka, para ser asesinados en las cámaras de gas. Se cree que esto sucedió en torno al 5 o 6 de agosto.

A Korczak le ofrecieron en muchas ocasiones huir y salvar su vida, pero él nunca accedió. ¿Cómo iba dejar solos a sus niños? ¿Abandonarlos? Jamás.  

Un soldado de las SS reconoce al famoso escritor y le dice que él puede bajar del tren pero solo, a lo que se negará afirmando que “no todo el mundo es tan miserable”.

Además, su colaborador no-judío Igor Newerly comentó posteriormente que en la última visita que realizó al gueto le ofreció a Korczak un salvoconducto falso para que pudiera huir con él; pero lo rechazó. “Es más, se sorprendió, no esperaba de mí que le hiciera una propuesta tan deshonesta; abandonar los niños ante la muerte”.

El último dato que existe sobre él es del escritor judío y testigo ocular Jehoszua Perle, que en 1942 en Treblinka afirma:

“Tengo que repetir las palabras banales de que no existe ninguna pluma con la que se pueda describir esta terrible imagen: los asesinos nazis de niños estaban poseídos de una rabia salvaje, daban tiros sin parar. 200 niños estaban de pie, muertos de miedo, como si fueran a matarlos a todos al instante.

De repente sucedió algo extraño: estos 200 niños no gritaban, 200 seres inocentes no lloraban, ninguno de ellos salió corriendo, ninguno se escondió; sólo se agarraban como pequeñas golondrinas enfermas a su educador, padre y hermano J. Korczak, que los consolaba y protegía con su cuerpo frágil y debilitado desde la primera fila. Las bestias hitlerianas no tuvieron ninguna consideración, con la pistola en una mano y el látigo en la otra gritaban para que avanzaran.

Pobres los ojos que tuvieron que contemplar esta terrible imagen. Korczak iba con la cabeza descubierta, con un abrigo atado con una cuerda de cuero, botas altas, encorvado; llevaba de la mano a los niños más pequeños; le seguían algunas colaboradoras con batas blancas y tras ellas 200 niños recién peinados…

Las piedras lloraban al ver esta procesión, los asesinos seguían obligando a caminar a base de latigazos y disparos. Hasta el día de hoy no queda ninguna huella que nos dejara rastro de Korczak, las colaboradoras y sus 200 niños.” (traducción propia)

Korczak deja un gran legado y testamento vital en torno a reflexiones y acciones pedagógicas. Pensamientos, preocupaciones y sugerencias que siguen siendo un referente de plena actualidad. Su fuerza reside precisamente en que sus pensamientos e ideas son fruto de la experiencia vivida en propia carne. 

Mª Isabel Rodríguez Peralta

(*) Para citar esta página

Rodríguez Peralta, Mª I (2021). Descubrir a Korczak. En Claves para educar, consultado el (fecha de consulta) en https://isabelrodriguezclavesparaeducar.com/2021/07/21/descubrir-a-korczak/

(*) Foto; imagen de Janusz Korczak tomada en el Castillo de Hungen, Giessen, en 2017

11 comentarios en “Descubrir a Korczak”

  1. Impresionante testimonio de entrega generosa de la vida. Me ha tocado lo más profundo del corazón, muchisimas gracias por compartirnoslo, Isabel.
    Creo que en estos momentos históricos que estamos viviendo donde constantemente se nos bombardea con mensajes televisivos que empujan al miedo, al aislamiento social y a desconfiar de los demás es nuestra responsabilidad «despertar» a los niños, hacerlos conscientes de que el miedo paraliza, el aislamiento mata y los demás no son una amenaza, sino una bendición para nosotros.
    Tenemos que transmitirles con nuestro ejemplo que solo saldremos de esta «guerra» inhumana si aprendemos a ser más amables, más cercanos, más personas, si entregamos nuestra vida como hizo Korckaz, sin miedos! Sólo el amor derriba los muros que nuestro egoísmo levanta.

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  2. Gracias Isabel por esta síntesis de este gran autor. Korzak para mí, ha sido y sigue siendo un referente en mi práctica educativa, el concepto de autogestión entre los niños y los tribunales de justicia propuesto por él en la organización de las orfanatos, me pareció fascinante. Darle la participación a los niños y orientarlos hacia una moral y un valor de la justicia desde el respeto, haciéndoles partícipes de forma democrática es fundamental. Korzak fue mi inspiración para crear el proyecto de asambleas que se llevan a cabo en todos los cursos de primaria de mi colegio y que tantas habilidades en la resolución pacífica de conflictos se han conseguido transmitir a los alumnos y cuánto han disfrutado de ser los protagonistas. No hay que olvidar a las raíces del pasado, aquellas que florecieron y que volverán a florecer si sabemos utilizarlas de forma inteligente para afrontar los retos del presente.

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  3. Desde que el año pasado en la asignatura «Fundamentos….»viéramos la historia de la escuela a traves de distintos pensadores, el nombre de Korckaz siempre ha estado presente en mi vida, como lo esta Maria Montessori para Infantil o Decroly para Primaria.
    Sin embargo Korckaz me impresionó tanto como para, que desde entonces, una frase, que puede ser que se le atribuya a él…la haga mia
    «MAS VALE ENCENDER UNA VELA, QUE MALDECIR A LA OSCURIDAD»
    Sencilla pero a la vez tan llena de optimismo simplemente por su fe y aún a sabiendas, incluso de todo a lo que se exponía, nunca perdió la esperanza en el HOMBRE.
    Simplemente sorprendente!

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  4. El relato es muy inspirador, me he quedado con muchas ganas de saber más sobre este héroe, santo, mártir…
    Me gustaría ser tan valiente o tener la misma seguridad y convicción en mi día a día que este hombre.
    Gracias Isabel por este gran descubrimiento.

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  5. Brillante historia que una vez más nos relata lo peor de las guerras: los niños; y cómo un hombre sin pedir nada a cambio da su vida por ellos.
    Ojalá todos fuésemos como Korczak pero a la vez ojalá no se vuelva a repetir historias como la de Korczak y sus niños.
    Muchas gracias Isabel por mostrarnos esta maravillosa historia.

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  6. Gracias Isabel. No conocía esta historia y me ha encantado. Me guardo la frase que dice “Todas las lágrimas son saladas” La verdad quien no entienda esto, no podrá ser un buen maestro. De nuevo Gracias por compartir.

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  7. «Sus pensamientos e ideas son fruto de la experiencia…» Más allá de su heroicidad y sus gestos que hablan por sí solos, me quedo con la audacia de su ESCUCHA. Supo escuchar cuál era su mision, cual era su vocacion. No se dejó arrastrar por el dinero, la comodidad o las vacaciones, como puede sucederle a un trabajador hoy día, sino que supo escuchar con mimo aquello que la propia vida le pedía, donde él encontraría el sentido de su vida: dar la vida por los niños, y los más desfavorecidos… No puso por encima su ego ni su fama, sino que ante todo tuvo claro que su labor en este mundo, y lo llevó hasta sus últimas consecuencias. Y eso es un testimonio para todos nosotros, atrapados por tantas cosas banales que nos impiden reconocer nuestro verdadero camino que da sentido a nuestra existencia. Gracias Isabel por compartir esta experiencia, y gracias a Korczak por dejarnos este testimonio imborrable de vida y de vocación.

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