
Os presento el proyecto ‘Esencia; dejar florecer’. Acepté con mucho gusto la invitación de la profesora Cristina de Pinedo y todo el equipo docente del Taller de Arte y Creatividad del Aula Permanente de Formación Abierta (APFA) de la Universidad de Granada para colaborar este curso con ellos en el taller de pintura que se desarrollaba desde tres perspectivas: flores, danza y movimiento. Aceptar me ha permitido diseñar el proyecto ‘Esencia; dejar florecer’ y dinamizarlo desde el método Flores para Aprender (FpA). El trabajo en equipo ha supuesto disfrutar de una experiencia inolvidable.
Junto a la exposición de pintura Florecer, en la Caja Rural del 14 de mayo al 14 de junio, se expone también el producto final de ‘Esencia; dejar florecer’ consistente en un mural artístico colectivo e intergeneracional, fruto de un intercambio de cartas escritas a mano entre los alumnos del aula de mayores y estudiantes de magisterio. El desencadenante de esta actividad epistolar fue la de narrativa autobiográfica a partir de las flores elegidas.
Este diálogo, que nace en torno a elementos de la naturaleza, pone de manifiesto experiencias vitales, capaces de mostrar imágenes y recuerdos, a veces ya olvidadas; por eso cada historia cuenta. La oportunidad de escribir una carta facilita tomar conciencia de que la flor es vida que asociamos a momentos personales y por ser vida es tiempo; es por eso por lo que cada flor evoca una historia diferente. Me uno al pensamiento de Pedro Salinas cuando dice: “sostengo que la carta es, por lo menos, tan valioso invento como la rueda en el curso de la vida de la humanidad».
La flor es efímera, es finita como naturaleza misma y “cuando coges una flor entre tus manos y realmente la observas te das cuenta de que se convierte en tu mundo por un momento” como dijo Georgia O’Keefe. En palabras de Marc Chagall: «podrías preguntarte durante horas qué significan las flores, pero para mí, son la vida misma, en todo su feliz brillo. No podríamos prescindir de las flores“
El aroma del tiempo queda enganchado en flores cuya esencia conecta el pasado con el presente. Como puentes, unen vidas y unen generaciones, porque educar es esencialmente un diálogo intergeneracional. Este trabajo de campo me ha permitido obtener una perspectiva interesante desde las dos vertientes.
Los alumnos se convierten en protagonistas que durante este proceso de investigación descubren que “la vida humana se unifica narrando una historia con sentido, en la que el narrador se reconoce como personaje de su propia historia y –por ello mismo– como autor de sus propios actos. Dan significado al «mundo de la vida» mediante el lenguaje narrativo que adquiere toda su relevancia. La narrativa expresa la dimensión emotiva de la experiencia, la complejidad, relaciones y singularidad de cada acción” (Bolívar, A & Domingo J.2019).
En definitiva, aceptar la invitación fue aceptar el riesgo de crear espacios para compartir historias de vida y descubrir la esencia del tiempo. Así como poder asistir a varios encuentros con los participantes y percibir cómo se transformaba recíprocamente la mirada de los jóvenes y de los mayores para establecer vínculos inesperados entre ellos. Una maravilla.
Todo ello me confirma que Flores para Aprender contribuye a educar la mirada y la sensibilidad para desarrollar proyectos educativos a partir de un proceso creativo.
M Isabel Rodríguez Peralta, Granada a 25 de mayo de 2025
Me encanta este proyecto
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Una experiencia cargada de vida, belleza y buenas relaciones humanas; justo lo que más necesitamos. Enhorabuena. Que cundan experiencias como estas.
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¡Qué pasada! Deseando visitarla y sumergirme en esta exposición tan interesante.
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¡Qué maravilla de actividad! Enhorabuena a todo el equipo que lo habéis realizado. Sin duda que para los participantes, jóvenes y mayores, ha tenido que suponer una bocanada de aire fresco, como cuando tenemos la oportunidad de contemplar un jardín o un campo silvestre llenos de flores. Aunque no pueda disfrutarlo en directo lo hago desde la distancia. ¡Gracias!
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Enhorabuena, crear espacios para compartir vida y posibilitar los vínculos, es de lo mejor que se puede hacer.
Ánimo, y que el método de las flores en colaboración con otras realidades siga dando tantos frutos..
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