
¿Qué supuso esta experiencia educativa en la vocación profesional de jóvenes? Presentamos una iniciativa domiciliada en la Casa Emaús en Torremocha del Jarama desde 2006 al 2013 por un puñado de militantes cristianos. Son muchas las preguntas que nos hicieron en su momento muchas familias preocupadas por la educación de sus hijos. Para facilitar que aflore la vocación profesional sigue siendo una cuestión vital reflexionar en equipo y de esto va hoy la entrada.
Como una evidencia vale más que mil razonamientos, y una experiencia más que un discurso, he rescatado una entrevista realizada por mi amigo Alejandro Ruiz en 2012, (PINCHA EN ESTE ENLACE PARA VER Y ESCUCHAR LA ENTREVISTA) que tuvo la iniciativa de realizar este encuentro para dialogar con Gayfa, Tomás y Ester Medina. Sin duda, escuchar este testimonio puede ofrecer claves importantes para seguir abriendo caminos y avanzar por senderos concretos; no es utopía, es un hecho. Por cierto muchas gracias Alejandro por esta entrevista.
Para conocer más sobre esta experiencia educativa se puede leer la tesis doctoral de Juan José Medina Rodríguez (2010) Una investigación evaluativa: la casa-escuela Iqbal Masih. Una experiencia de iniciativa de padres en la educación no formal, por la Universidad de Granada.
Todos nos hemos planteado en algún momento de nuestra vida cuestiones como ¿Cuál es mi vocación profesional? ¿En qué momento la descubro? Guillermo Rovirosa defendió que a partir de los 12 años era la mejor edad para crear oportunidades en los más diversos ámbitos en que los niños pudieran plantearse la vocación profesional. No tomarse en serio este tema es hipotecar la sociedad con una ciudadanía mal-vocacionada y ello tiene muchas consecuencias personales y sociales.
Podríamos afirmar que vislumbrar la vocación profesional es un camino que inicias casi sin darte cuenta pero que, con los años, al volver la vista atrás descubres los pasos que te han llevado a ser como eres y cómo eso forma parte de tu identidad personal. En la entrevista queda muy claro que es muy importante el ambiente y crear espacios gestionado las 24 horas, basados en los principios de la autogestión y solidaridad, porque cada minuto cuenta.
Educar la vocación profesional es clave para educar en libertad y eso es un peligro para el sistema, que no se lo puede permitir. El poder político y económico lo combate a fuerza de manipulación y generando dependencia hasta disponer de todo nuestro tiempo. Para Guillermo Rovirosa ‘el amor al trabajo por el trabajo es una triste utopía inventada por el capitalismo y por los totalitarismos para que los trabajadores trabajemos más…por menos dinero’.
Plantearse una vida asociada que permita descubrir y vivenciar cuán importante es vivir solidariamente es misión imposible en una sociedad individualista, pero merece la pena luchar por un mundo más justo y para esto es necesario tener referentes y modelos como lo fue Enrique Prieto, militante cristiano y uno de los educadores y maestro de oficio de jardinería en la casa escuela, que marcó toda una generación. Él siempre decía que debe haber un equilibrio entre el trabajo manual e intelectual. Cultivar el trabajo manual ayuda al desarrollo intelectual. La vocación profesional es el trabajo bien hecho.
M. Isabel Rodríguez Peralta
Granada, 28/06/2025
Foto: Primera promoción de la Casa Escuela Iqbal Masih con Julián Gómez del Castillo
Como participante de la Casa Escuela, ¡gracias por este artículo! Porque gracias a este proyecto, muchos de nosotros encontramos nuestra manera de servir a los demás.
Me gustaMe gusta