Tu vida entre nosotros ha sido un regalo, una bendición, una Gracia de Dios. Como niña huérfana viviste en el internado de Riquelme en Granada, como esposa de Manolo, como madre de dos hijas, como abuela de ocho nietos, como mujer, humilde y sencilla, llena de alegría y de gracia nos has convocado hoy aquí en una gran asamblea porque así lo ha querido Dios, una gran asamblea de Acción de Gracias.
Has llegado hasta el final de tus días sin perder la sonrisa. Todos los que te hemos conocido te recordamos como una mujer alegre, son miles las anécdotas las que se nos agolpan y nos hacen sonreír.
Te vamos a echar mucho de menos, tu mirada, tu voz, tu calor, tu tacto, tus paseos. Lloramos tu partida y celebramos tu llegada a buen puerto. El misterio de la vida es insondable porque es eterno; nacemos para el cielo ¡Qué son 89 años! sino un instante, un regalo inmenso para todos los que te hemos disfrutado.
Amabas la vida y no temías la muerte. Queríamos retenerte entre nosotros un poquito más pero la vida transcurre al ritmo que marca el Espíritu Santo, tu vida salvó vidas y nosotros disfrutamos de ti cada momento.
Te has ido como agua que no podemos retener entre las manos. Te has ido apagando lentamente como una llama; sin embargo no te has apagado porque tu presencia, como una chispa, vuelve a iluminar nuestras vidas, ahora desde otro lugar, de otra manera.
La debilidad de tu cuerpo nos introduce a la muerte que se ha hecho presente en la enfermedad. A la vez que tu cuerpo se iba agrietando la grandeza de tu alma se iba manifestando con fortaleza inaudita. Tu amor nos envuelve y consuela.
Tus pies han caminado la vida, entre el cielo y la tierra, entre el cuerpo y el alma, entre lo divino y humano. Gracias mamá, intercede por nosotros.
Mª Isabel Rodríguez Peralta 25/10/2019
Mª Lourdes Peralta López (31.01.1930 – 19.10.2019), palabras pronunciadas en la misa del entierro.
Fotografía Enrique Medina: «Gracias por hacer de mi día a día, una vida en la que querer vivir»
Claves para educar 
Gracias por compartir estas bellas palabras sin lugar a dudas no dejan indiferente a nuestro corazón, a la madre, mujer, hija y esposa.. Que todos tenemos plenos de bondad, fuerza, vitalidad, amor, resistencia en especial a tu mamá estas palabras con todo el sentir. Deseo que siempre esté presente, allá donde esté estoy convencido que no sólo te protegerá como ha hecho todo este tiempo, sino estará al lado ofreciendo junto a ti y tu familia todo lo mejor que os ha podido dar, enseñar. Un buen amor, una vida bella.
Mis condolencias y más sentido pésame Isabel por el fallecimiento de tu madre,
Un fuerte abrazo,
Daniel López López
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Muy emocionantes las palabras que resumen la vida de tu madre, reflejan serenidad, profundidad y agradecimiento….
Sigamos transmitiendo las bondades que hemos recibido de parte de nuestros padres, porque la mayor herencia que existe es la fe y los valores cristianos.
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